O de cómo una mala noticia termina con la merecida celebración del arrasador paso del Rebaño Sagrado
Qué puedo decir. La última semana se convirtió en una especie de visita a oceánica para los aficionados del Guadalajara.
Primero: el triunfo sobre el Atlante que nos dejó fuera en liguilla hace casi un año. Aunque los hipocampos no andan bien, este triunfo le vino al Guadalajara como vaso de cueritos en el estadio: a tiempo para ponerle sabor al momento.
Segundo: triunfo en Argentina. Yo no sé bien a bien de qué se trata esto de hacer que los jugadores dobleteen los torneos. Estoy a favor de ligas como la española o la inglesa que sin mayor pudor atascan fechas en los calendarios; lo que me parece una mentada de madre son las distancias que se tienen que soplar estos hermanos para jugar este torneo.
Tercero: ganan el clásico. Para mi gusto sin contundencia, porque no me basta eso de 'el juego de conjunto es superior a las individualidades' porque fue suerte que las 'estrellas sin brillo' del América no condenaran el partido a un empate de hueva, o peor, al triunfo que les valga la temporada. Bien por Omar Arellano, no sólo por los goles, sino por la manera como vive y disfruta jugar en Chivas. Sus celebraciones lo dicen todo: de que hay amor por la camiseta, hay y bien.
La caca en el pastel: una jugada lamentable que provoca la lesión en el hombro de Johnny Magallón. Créanme, lo de menos es que el Johnny se pierda el resto del torneo (a pesar de lo que significa para Chivas). Lo terrible es que justo en estos día se discutía la posibilidad de enviarlo a jugar a Europa, pesumiblemente a España y esta situación del hombro, si bien no termina con la intensión, la retrasa.
Saludos a todos. Chivas campeón.
martes, 28 de octubre de 2008
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2 comentarios:
Chale, mi pobre equipo muestra una falta de huevos impresionante, que espero se solucione cuando a medio equipo le empiezen a pagar por resultados y no un sueldo fijo por que como tienen el sueldo seguro les vale madres todo lo demas neto que la culpa no es del entrenador es de esos weyes, que a diferencia de las chivas que no tienen huevos por ser ya transexuales jarocheados, si le echan ganas y las carencias que muestran lo sustituyen con esfuerzo colectivo me dio gusto su triunfo en argentina.
Ustéd lo dijo, mi nacho.
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